En la primera mitad de la década de 1950 se producen en España dos acontecimientos de resonancia asimétrica en la historia. El primero de ellos, la firma de los acuerdos bilaterales con los Estados Unidos, los Pactos de Madrid de 1953, que en pleno auge de la guerra fría condicionarán el desarrollo posterior de la política española, durante y tras la dictadura, al menos hasta el definitivo ingreso en la OTAN en 1986. El segundo emerge a la sombra del primero como una anecdota que, en apariencia, carece de significado histórico. Por todo el Estado se estñan inaugurando proyectos de urbanización marginal, viviendas sociales que apenas serán capaces de contener la llegada a las ciudades de los que abandonan el campo o los que, sencillamente, se apiñan en casas insalubres. Recibirán el nombre del dictador (Barriada de Francisco Franco, Grupo Generalísimo Franco) o el de una virgen (La del Perpetuo Socorro, La Inmaculada), pero no tardarán en ser reconocidos por otro nombre, el de la guerra contra el comunismo que libra, en el confín del mundo, el amigo americano: «Corea».
Historia lineal de dos muchachas, procedentes de un lugar remoto en el tiempo y en el espacio, que se descubren, entre el miedo y la fascinación, en las entrañas de un bosque. Corneilles es un fotolibro que combina fotografía, literatura y acuarela y que desentraña los misterios de un amor y un deseo socialmente vetado. Cuestiona la educación y se deja llevar por la belleza de lo más primitivo, en una narratividad marcada principalmente por cada una de las imágenes. Corneilles es una búsqueda, la pequeña historia de dos cuervas que plantan cara al pasado y al recuerdo de lo que fueron o quisieron hacer de ellas, es la historia de un vuelo, un batir desesperado de alas, vestidos y hojas.